Boda
La verdad que no he ido mas que a dos bodas pero siempre me he encontrado en alguna situación un tanto extraña. En la primera cuando a la prima pequeña de la novia se arrancó a cantar alentada por sus padres, enganchó el micrófono y se puso a cantar una canción (por decir algo) de operación triunfo.
La segunda fue más surrealista. La amiga de la novia se cansó de que esta tuviera todo el protagonismo y decidió que lo mejor para llamar la atención era sacarse tres folios de "poesía" y largalos ahí subida en una mesa del restaurante. Tres folios en los que entre otras cosas se dedicaba a resaltar la diferencia de edad entre los novios llegando a sugerir una silla de ruedas como regalo para el (la cara del novio lo decía todo). Puedo entender que alguien considere lo más oportuno en una boda clavarle puñales al novio durante 10 minutos subido encima de una mesa siendo de la cuadrilla de la novia pero terminar con una canción de Sabina fue demasiado hasta para mí (y cuidado que puedo llegar a tener ideas muy malas). Mi hermano y yo llegamos a asegurar que si escuchabas del revés lo que había dicho oías cánticos oscuros rezando a Satanás.
Hubiese cambiado cualquiera de las dos anécdotas anteriores por lo que pasó en esta boda. Ya me lo estoy imaginando, "Cariño pues si tu madre pone como condición que nos casemos por la iglesia yo también pongo mi condición".
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